45 gatos muertos deja violencia contra felinos desatada por casos de rabia en Santander de Quilichao.
El periódico El Tiempo de la ciudad de Cali diariamente presenta las noticias más importantes de los diferentes temas de interés de sus lectores. El día 7 de abril de 2008, el diario, anuncia que después del accidente de los gatos con rabia, que se presentó en Santander de Quilichao, los habitantes del valle deberían vacunar sus gatos para evitar ese tipo de situaciones tan trágicas.
Después de un ataque de un gato con rabia a un niño de Santander de Quilichao, quien lo estaba fastidiando junto a otros compañeros; se ha desprendido una serie de actos violentos en contra de otros gatos que no son responsables de la situación del niño Santandereano. Unos 42 de estos pequeños e indefensos animales, que se encontraban en un lote baldío al norte de la ciudad de Cali en el que iban a colocar un aviso que decía “gatos vacunados”, fueron agredidos a garrotazos hasta la muerte según las señoras Elvira Orozco, Cecilia Davidson y Claudia Guarín, quienes junto a otros vecinos estaban respondiendo por la alimentación y medicamentos de estos. Al mismo tiempo se encontraron tres gatos más muertos en la ciudad de Tulúa de los que uno se encontraba en perfecta salud con todas las vacunas correspondientes.
Las organizaciones defensoras de animales, sus directores y algunos médicos veterinarios quieren destacar que el trato que se les da a muchos animales no es el adecuado. Ellos recomiendan fomentar en los niños el respeto por el derecho a la vida que todos los seres vivos tienen y que a los animales domesticados se les debe dar los cuidados necesarios si se desea convivir con ellos sin peligro alguno, poniendo especial atención a las vacunas que necesiten.
El artículo muestra claramente las opciones que se tienen para evitar este tipo de accidentes, en los que no necesariamente tiene que ser la violencia la solución. Pues así le haya ocurrido algo tan triste a aquel niño, esta debe ser la razón para prestar más atención a los animales, cuidándolos a cambio de abandonarlos y maltratarlos.
El periódico El Tiempo de la ciudad de Cali diariamente presenta las noticias más importantes de los diferentes temas de interés de sus lectores. El día 7 de abril de 2008, el diario, anuncia que después del accidente de los gatos con rabia, que se presentó en Santander de Quilichao, los habitantes del valle deberían vacunar sus gatos para evitar ese tipo de situaciones tan trágicas.
Después de un ataque de un gato con rabia a un niño de Santander de Quilichao, quien lo estaba fastidiando junto a otros compañeros; se ha desprendido una serie de actos violentos en contra de otros gatos que no son responsables de la situación del niño Santandereano. Unos 42 de estos pequeños e indefensos animales, que se encontraban en un lote baldío al norte de la ciudad de Cali en el que iban a colocar un aviso que decía “gatos vacunados”, fueron agredidos a garrotazos hasta la muerte según las señoras Elvira Orozco, Cecilia Davidson y Claudia Guarín, quienes junto a otros vecinos estaban respondiendo por la alimentación y medicamentos de estos. Al mismo tiempo se encontraron tres gatos más muertos en la ciudad de Tulúa de los que uno se encontraba en perfecta salud con todas las vacunas correspondientes.
Las organizaciones defensoras de animales, sus directores y algunos médicos veterinarios quieren destacar que el trato que se les da a muchos animales no es el adecuado. Ellos recomiendan fomentar en los niños el respeto por el derecho a la vida que todos los seres vivos tienen y que a los animales domesticados se les debe dar los cuidados necesarios si se desea convivir con ellos sin peligro alguno, poniendo especial atención a las vacunas que necesiten.
El artículo muestra claramente las opciones que se tienen para evitar este tipo de accidentes, en los que no necesariamente tiene que ser la violencia la solución. Pues así le haya ocurrido algo tan triste a aquel niño, esta debe ser la razón para prestar más atención a los animales, cuidándolos a cambio de abandonarlos y maltratarlos.
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